“Soy alcohólico por culpa de mi familia”

Es frecuente que se pretenda buscar el origen de esa conducta en “lo malos que son los otros” y “lo mal que me tratan”: el estrés laboral, los conflictos familiares, el mal comportamiento de los hijos, etc. son algunas de las excusas más frecuentes. Pero la conducta alcohólica es un fenómeno complejo que no se puede simplificar, y menos aún reducir a una sola causa. Si alguien es responsable final de haber llegado a esa conducta adictiva, es el propio individuo, aunque las circunstancias externas favorezcan la aparición del conflicto.

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